martes, 20 de noviembre de 2012

Pueblo guerrero. Guerra infinita.

El 15 de mayo de 1948 lo pdemos marcar oficialmente como el comienzo de la primera guerra árabe-israelí. Después de unos 60 años de enfrentamientos el día 14 anunciaba David Ben Gurion el nacimiento del estado de Israel. Pasarían 60 años más de guerras sin fin.


El remordimiento sobre lo sucedido en la segunda guerra mundial hizo posible que los europeos y el resto de países participantes en la ONU dieran su beneplácito para crear un estado judío. Y como todas las fronteras del mundo estaban muy definidas y había que quitárselo a alguien. Le tocó a Palestina. Un territorio que según ellos les correspondía por no se qué sobre mandato divino, historico y "moral".

La ONU dio su brazo a torcer y permitió la creación de Israel como estado. Nadie ignora que este pueblo ha sido polémico durante toda la historia de la humanidad y para entonces tenían fieles para dar una poblaión a ese estado, un gran potencial para crear una buena inflaestructura económica que a su vez operaba desde distintas partes del mundo. Lo malo: esas fronteras les debieron de parecer poco por que desde entonces no dejan en paz a sus "vecinos robados".

"El mundo se convertiría en un manicomio si todos los pueblos quisiera volver a sus fronteras originales". Es lo que argumentaron los árabes a la ONU, pero esta les hizo poco caso. La segunda guerra mundial acababa de terminar como quien dice y la urgencia por reparar los daños no dio tiempo a la lógica.

En blanco Israel

 Después del mandato britanico. Se aprovechó para expulsar a los palestinos (setecientos mil). El judío, un pueblo que miles de años atrás se lamentaba (y sigue lamentándose) de ser expulsados. Había aprendido a expulsar y a maltratar. Pero siempre en nombre de dios, claro. Un dios que aunque diferente al de los árabes, debe de estar ya cansado de tanta guerra en su nombre.


En 1956 Egipto nacionaliza el canar de Suez y Israel se lanza a ocupar la franja de Gaza y Sinaí. En el 1957 después del alto el fuego vuelve a sus antíguas fronteras de 1949 (no las originarias de la ONU). En 1967 otra vez Egipto, la franja de Gaza, Cisjordania, el Este de Jerusalen y los altos del Golan ocupados. En el 1975 se retira de Egipto después de más guerras. Finalmente en 1980 Jerusalén es proclamada la capital eterna de Israel. Algo nunca reconocido internacionalmente.


Podemos hablar durante horas y se pueden escribir millones de artículos y libros hablando del tema, pero lo que está claro es que un pueblo que se las vende de sufridor ha aprendido a ser verdugo. Y lo peor: no siente ninguna vergüenza. Mañana cuando vean esas casas de civiles destrozadas en las noticias pensar en los niños huérfanos que tengan "la suerte" de ser supervivientes. Y cómo, cuando crezcan, estos estarán tan llenos de odio que se asegurará una guerra continuada hasta que uno de los dos pueblos desaparezca por completo.


Defenderse: sí. Matar civiles: no.

Os pongo un video de Norman Finkelstein, experto en ciencias políticas y experto en el conflico árabe-israelí. De padres judíos victimas de la segunda guerra mundial da su particular contestación a una chica que lo acusa de nazi por lo dicho en su discurso.


Escribo esto sólo por ganas de contar mi propia visión de injusticia. Nosotros no podemos hacer nada. Lo pueden hacer nuestros gobiernos. Pero mientras esta gente ha violado (si no me salen mal las cuentas) más de 35 veces las resoluciones de las naciones unidas otros con una o nada han sido ocupadas por países como EEUU.

Después de escribir todo esto y con impotencia sólo me queda relajarme como pueda con una buena cerveza.

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