Rojas, verdes y amarillas

Bueno empezamos con el blog con algo que me ha pasado hoy en casa. Una pequeña discusión sobre el continuo abuso que tenemos sobre los medicamentos y la mala manía de automedicarnos. Y es que señores parece, que nos caló fondo canciones como "Paco Pil - Rojas, verdes o amarillas" o la mítica también de chimo bayo - "Así me gusta a mi".

Atentos a ese chaleco de Catcher de béisbol que vestía el magete, que, junto a las linternillas en la gorra al principio y la puesta en escena con gogós y tipo con bici haciendo el cabra esto señores claramente es lo más cercano que tendrá nunca España a un "Madono" entre su plantilla musical. Maravilloso, una delicia para ojos y oidos vamos..

Metiéndonos más en el tema, estamos en un momento histórico de auge en la medicina. Hay grandes avances continuamente y las cosas desde la parte médica se quieren hacer bien. Hay estudios continuamente y los efecto secundarios se vigilan de cerca. Pero igual que mi padre por saber cambiar una bombilla o un interruptor se cree que es ingéniero electrico (que coño, mejor que ingeniero ¡Estos últimos no tiene ni idea!) pues la gente de a pie se cree que por saber que la aspirina va bien para el dolor de cabeza ya tenemos el título para practicar medicina.

Como dato el 96% de los jóvenes reconocen haberse automedicado y el 30% de los antibióticos se consumen sin prescripción. Y es que claro, antes la gente se limitaba a los remedios caseros y la medicina moderna era algo con lo que tener la máxima precaución. Esto cambió con el paso del tiempo hasta llegar a ejercer directamente como médicos de hijos y vecinos. De momento tenemos miedo de medicinas y tratamientos radioactivos, o quimioterapias en oncología, sobretodo debido al gran descaste que conlleva sufrirlas. Pero quien sabe en el futuro.. Cuando digamos: "bah, si eso es un tumorcillo de nada.. Anda toma, tómate un poco de clorambucil, o melfalán. Te compras un pañuelito y tan guapa".

Todo esto viene acompañado de una mala utilización de internet para problemas que bien por tiempo, por vagancia, por dejadez absoluta o vergüenza  no se nos ocurre ir a visitar al médico. Lo que da lugar a actitudes erróneas y peligrosas o incluso al engaño por diversos tratamientos naturalistas que ni curan ni cuidan. Sirviendo solo para vaciar los bolsillos de la gente que ya ha probado todo lo demás.

En definitiva, yo cuando me resfríe aguantaré todo lo que pueda como mi dolor de cabeza y de garganta que mejor así que terminar como otros. Al final no se diferencia en mucho la juventud poligonera, a nuestros abuelos y abuelas. Como decía chimo bayo: ¡¡¡HU HA!!!